jueves, 1 de abril de 2010

CON OTRA MIRADA A PUERTO MADERO.Poema de DOLORES ESTAL HERNÁNDEZ-FOTOS DÉBORA TRACHTER


Las damas


abrazadas suavemente por la quietud de las aguas,orgullosas exhiben su porte y belleza...

Mientras,


la luna curiosa

tímida se asoma a través de la ciudad.
 
 
 
 
 
 
 
Con ojos de mar antiguo


desnudo su cuerpo y esbelta,

la Uruguay se yergue desafiante

y altanera...







Calatrava en su arrogancia,


alza su rostro hacia el cielo

saludando a los porteños.




Y se acomoda la noche y se callan las cubiertas


De oro se cubren los tristes cementos

y entre anhelos y jadeos

se dictan promesas de amantes inciertos...




                                         ...Mas pasa la noche y el cielo despide a los tonos violetas.






Se despierta el puerto con pliegues de luces


que tiñen de plata las plácidas aguas

y visten de blanco a las gráciles damas...
 
 
 
 
 

Una ráfaga de magia a través de la mirada


derrocha colores que invaden las aguas,

borra oros y platas,

rostros de corbetas, cubiertas y amarras...
 
 
 
 
 
 

 
... Son las luces Deborianas que con sus miradas sabias


ponen colores al alba y poesía a las aguas.
 
                                                                          DOLORES ESTAL HERNÁNDEZ
 
 
 
 
 
                                                                          FOTOS:DÉBORA TRACHTER
                                                                                    

                                                      

 
 

martes, 16 de febrero de 2010

EL TIEMPO-POEMA DE DOLORES ESTAL HERNÀNDEZ



se atropella incierto en el espacio

y en su caminar estrecho

nos abraza hasta el letargo

confundiendo al día

con las horas

y los años...

lunes, 8 de febrero de 2010

COLONIA-Poema:DOLORES ESTAL HERNÀNDEZ.

Colonia,Uruguay,lugar maravilloso y màgico.
La escritora y poeta española Dolores Estal Hernàndez hizo el recorrido con su poesìa.









DE PASEO POR LA FOTOGRAFÍA DEBORIANA QUE FUE A COLONIA

Las ventanas
cerradas tras las rejas de hierro...
El auto pretérito
aquel que no conoció del airbag más que la magia.
El asfalto ausente,
el recuerdo constante en la muralla sostenida por el calendario
de sus días

Y el Mar...
convertido en plata bajo el sol difuso
haciendo un guiño a la calle desierta y empedrada,
a la ruina que un día albergó experiencias de amores y dramas,
de risas y llantos...

Y de nuevo el Mar...
plateado en el ocaso,
sereno como una mirada anciana
abraza con sus susurros las primeras casas

Y de nuevo ese Mar
combinando el aroma argentífero de sus aguas
con los colores dorados al alba

DOLORES ESTAL HERNÀNDEZ



Fotos:Dèbora Trachter